Consejos para mejorar el branding de una tienda online
El branding es una estrategia de marketing fundamental para los ecommerce. Se trata de imprimir un reconocimiento de marca que haga más conocido el negocio y aumente su popularidad entre los compradores.
Con él se trabaja la gestión de la propia marca: su reputación online. Y si se hace correctamente puede significar un aumento muy importante de las ventas.
Los usuarios comienzan a identificarse con la historia, los valores y el funcionamiento de la marca. Entonces es cuando pasan de realizar una mera compra a sentirse parte de su impronta y seducidos a mantener cierto compromiso en el tiempo.
Una buena estrategia de marca va a conseguir lo más importante para un ecommerce: diferenciación en el mercado.
Desde el principio
La primera impresión es la que cuenta…
Muchos negocios online no tienen clara esta máxima. Por eso, cuando pretenden poner en marcha una campaña de branding se encuentran con algunos escoyos difíciles de salvar: malas críticas, ser aparentemente nuevos en el mercado cuando en realidad llevan años, enfoque inadecuado o pretendido.
Otro problema típico es una imagen desactualizada, por eso es importante mantener actualizado el diseño de las tiendas online.
Pocas marcas invierten en branding desde el principio. Y es que, para tener éxito, es necesario ser visible y alcanzable.
Por eso es importante que la empresa sepa responderse con sinceridad a las siguientes preguntas:
- ¿Cuál es el objetivo del negocio?
- ¿Qué problemas resuelven mis productos?
- ¿Qué piensan mis clientes de mi empresa?
- ¿Qué piensan los clientes sobre mi marca y mis productos?
- ¿A qué emoción o idea quieres emparejarte?
Para responder a estas preguntas hay que estar preparado. Y es que hay respuestas que no son controlables.
Es por es esto hay que prestar mucha atención a los comentarios que se hacen sobre el ecommerce en redes sociales, Google My Business o, incluso, a una pequeña investigación de mercado.
Para saber hacia dónde encaminar una estrategia de branding es importante preguntar sin miedo a los consumidores y clientes: a través de email se puede lanzar un pequeño cuestionario a cambio descuentos que ponga de manifiesto la verdadera reputación del negocio.
También se puede sondear a social media y apostar por poner en marcha campañas de descubrimiento que ayuden a posicionar mejor en el mercado.
La imagen profesional
- Logo profesional
- Integración de la marca en todos los medios de comunicación posibles con el mismo logo e imagen profesional.
- Estilo unitario en todas las publicaciones, es decir, seguir un libro de estilo concreto, sencillo y que se dirija siempre en el mismo tono.
Seguir estos consejos es importante para dar coherencia a la marca. De otro modo, provocará inseguridad y falta de congruencia. Y esto es algo que, seguramente, acabe por alejar a los potenciales clientes.
Comparte tu historia
Debes contar la historia de tu marca de una manera que transmita confianza a tus clientes potenciales. Captar una emoción o un sentimiento que pueda recordarse e imprima empatía.
La página de “Quienes somos” es importante para mantener ese vínculo humano con los clientes. Y es también la oportunidad de diferenciarse del resto evitando emplear conceptos genéricos y manidos.
- Por qué comenzó el negocio
- Quién eres tú
- Qué te gusta
- Qué representas
- Que defiendes
- Qué es importante para ti
La respuesta a estas preguntas puede poner en valor algunas cuestiones importantes para crear un concepto memorable y atractivo.
Asociar la marca a proyectos
Asociar una marca a proyectos propios o ajenos es siempre un punto a favor.
Esto es algo que las grandes corporaciones trabajan muy bien. Y es que asociarse a la solución de problemas, sobre todo cuando se trata de temas sociales o medioambientales, es, precisamente, lo que activa el sentido de pertenencia y empatía.
No hagas falsas promesas
La mentira tiene patas muy cortas.
La decepción y frustración de un solo cliente puede empañar todo un proyecto.
Se debe hablar siempre de lo que se puede conseguir sin faltar a la verdad y, en la medida de lo posible, ofreciendo ejemplos de ello
Un ejemplo son las políticas de devolución y envío que no se cumplen. La honestidad es lo que más valora un consumidor, por eso, aunque no se sea extraordinariamente competitivo en algunos aspectos, es más importante no engañar a los clientes.
Experiencia del cliente
La experiencia debe ser impecable. De hecho, es lo más importante de todo: usabilidad, proceso de compra intuitivo y exento de errores u obstáculos, procesos de envío y devolución claros y, sobre todo, un servicio postventa satisfactorio.
Además, si la experiencia que se ofrece es, a la vez, personalizada, la fidelización es prácticamente segura.
Por eso es bueno comenzar por pequeñas personalizaciones creativas que, de algún modo, hagan sentir especial al cliente.
Regalos y promociones
Una buena fórmula de fidelización es ofrecer descuentos, promociones o regalos a aquellas personas que hayan comprado en más de una ocasión.
Esta estrategia también trabaja la especialidad: la fórmula de cliente Premium, gold, etc… (Muy trabajada por las aerolíneas) es una de las más efectivas que existen.
Concéntrate en tu mercado
No puedes agradar a todos.
Lo mejor es trabajar siempre la segmentación, la especialización y el mercado definido.
Tu mensaje debe dirigirse a una persona real. Alguien de carne y hueso al que puedas enfocarte y perfilar constantemente.
Si buscas nuevos mercados, haz lo mismo; pero no trates de enviar mensajes genéricos o masivos para tratar de abarcarlo todo.
No todo el mundo es tu público objetivo.